jueves, 30 de abril de 2009

Aquellas postales y estampas maravillosas


Aquellas postales y estampas maravillosas

En aquellas épocas, entre 1900, hasta por lo menos, años 60, más o menos, estaban muy de moda las tarjetas postales.
Todos los marinos de aquí que tenían estupendas embarcaciones, cuando se hacían a la mar, haciendo muchas veces larguisimos viajes, hasta fuera de España, cuando atracaban a puerto, seguidamente les mandaban a sus familiares bonitas y románticas tarjetas y en ellas les contaban todo lo que les ocurría. Algunas veces, llegaban ellos mucho antes que las mismas. Por ejemplo: llegamos a Barcelona sin novedad, salimos para esa, el próximo jueves… ¿Cómo esta mamá y el nene? Y cosas por el estilo. Otros decían: de esas por el estilo. Otros decían: de esas postales, me faltan dos o tres, por que también las coleccionaban y desde luego, hay que reconocer que quien posea estas cosas hoy en día, tienen un magnifico tesoro… las escribían por detrás y a veces por delante y era una lastima por que las estropeaban tapándolas casi enteras. A mi siempre me ha gustado coleccionarlas y cada vez que regresaba nuestro tío Vicente de Madrid me traía un montón de ellas, de todas clases, algunas muy bonitas, cuando yo era niña mis amigas me felicitaban con ellas, como Loli Segura, Adelina Méndez, Vicenta García, mi maestra Nesa, Victoria Acosta y muchísimas más, Conchita Navarro, no se me ha olvidado… siempre ponían aquellas cosas de toda la vida:
En una jarra de oro
metí la mano y saque
el corazón de una amiga
que nunca lo olvidare…
o, aquella que decía:
entrando por los jardines
saliendo por los rosales
oí una voz que decía
Conchita Felicidades
Y como entrante se ponía:
A la niña Conchita Sánchez Lorente
le deseo mil felicidades, firmado (fulana de tal…)
Así que desde aquellos lejanos días me dio la afición por juntarlas, como las preciosas estampas del chocolate o los prospectos de cine que incluso los planchábamos, o también las estampas de santos, que algunas que poseo de principios del siglo pasado, son autenticas maravillas.
Casi siempre me ha hecho muy feliz hacer colecciones de cuarenta mil tonterías y de vez en cuando, aunque sea de muy tarde en tarde, sacas tus cajas de madera, tipo neceser y disfrutas como una chiquilla buscando algo y al mismo tiempo te deleitas volviendo a recordar aquello que hacia tiempo que no lo habías visto.
Cada época era de un estilo, por los años 20 eran ya más atrevidas y los 30 ya en los 40 hasta el 50 y pico también tuvieron su picaresca y gracia.
Así que todo lo vamos almacenando en cajones y en nuestras cabezas, mientras no nos de la puntilla y perdamos la noción de las cosas y del tiempo. ¡esperemos tener un poco de suerte para el mañana que casi ya llego!

A mi novia de mi alma
A mi novia de mi amor
Le regalo esta tarjeta
Con todo mi corazón

A mis padres de mi vida
Esos que tanto yo quiero
Les deseo felicidades
Con cariño y con esmero


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