jueves, 23 de abril de 2009

Encarna Zamora


Encarna Zamora

Aquel medio día de primeros de febrero, cruzaba yo una de las calles próximas al Hotel Bahía, solitarias y silenciosas, cuando de pronto el claxon de un coche me pitó con insistencia, quien quiera que fuese me conocía, por supuesto, me acerqué al vehiculo y cual no sería mi sorpresa cuando tuve delante, nada más y nada menos que a nuestra simpática amiga Encarna Zamora, mazarronera hasta la médula, de las autenticas…
Nos saludamos afectuosamente como siempre suele hacer ella. Puedo decir sin temor a equivocarme que se vuelca con todo el mundo, pienso de esta gran mujer que es ¡todo corazón! La conozco desde hace mucho tiempo y desde siempre me ha caído ¡mucho más que bien!.
Esta familia, según oídas, ha sido estupenda. José maría y Magdalena tuvieron dos hijos, Encarna y Salvador, los dos farmacéuticos desde siempre, su padre creo que también lo fue…
Como ya digo, siempre se ha dedicado a este menester. Encarna, me dijeron que en su niñez le gustaba mucho recitarle versos en la iglesia a la Virgen María, haciéndolo fenomenal. Teresa Felix, como todos sabemos, era la mejor modista de la comarca y casi todo el mundo desfilaba por su casa para que le cosiera cualquier cosa. Le hizo el soñado traje blanco por todas las niñas, a Encarna para aquel su día más feliz, hace ya un montón de años el traje de comunión…
Pienso que sería una niña vivaz e inteligente y ocurrente y así ha seguido a lo largo de su ajetreada vida ya que ha corrido medio mundo, de acá para allá y así sucesivamente sigue haciéndolo. En todos los eventos, o por lo menos cuando está en nuestro lares me la encuentro con su cordialidad y sonrisa encantadora, atendiendo a todo el mundo. En los calidos veranos de esta tierra suele juntar a sus amistades en esa su encantadora casa, en frente del mar, haciendo fiestas, baile de disfraces, donde saca a la luz los más raros y originales, así que en las claras y estrelladas noches, debajo de su hermoso pino y con el rumor de las olas, estas encantadoras gentes. Se divierten todos los años con la no menos encantadora, Encarna Zamora… porque desde luego, es una persona muy singular que se nota en todas partes su querida presencia. Ella es así, clara como la mañana, sencilla como ninguna, atenta a cual más, bohemia con estilo, comunicativa al máximo y todo en ella con un arte espectacular.
Encarna, si alguna vez llegas a leer esto, no pienses que estoy exagerando ¡es toda la verdad! Y no le olvides que te apreciamos, sobre todo yo y la única manera de demostrarlo es escribiendo a través de este periódico, con toda mi buena intención ¡sigue como eres! Nos agradas así… eres especial. Con afecto Concha.

En las noches del calor
Al arrullo de la mar
Un día llega el carnaval
Con ocurrencia y color
Se desborda el mogollón
Y todo el mundo a bailar
Equipados de disfraz
Y Encarna siempre ocurrente
Hace feliz a las gentes
Porque ella es fenomenal

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