jueves, 23 de abril de 2009

El Perico y la Trini


El Perico y la Trini

A Pedro Pérez de Haro y a su esposa, Trinidad Valero García todo el Puerto los conocemos por los de los “Globitos” con todos los respetos y el cariño hacia ellos.
Son muy conocidos y célebres entre todos nosotros y los apreciamos mucho…
Son naturales de Jabalí Viejo, Murcia, viniéndose para nuestros lares en plena juventud, más bien adolescentes.
El padre de Perico era del pueblo almeriense de Garrucha y minero de profesión, su esposa del Puerto, hermana de Juan de Haro, se unieron en matrimonio y tuvieron seis hijos.
Trini, eran unos 10 hermanos y su padre minero también. Perico era muy aficionado desde muy joven, casi un chiquillo a cantar flamenco. Le gustaban casi todos los cantaores de la época, como Juanito Valderrama, el Pinto, Marchena, y muchos más, pero el que más le llamaba la atención era “El Niño de la Huerta” imitandolo a las mil maravillas.
Su padre tocaba la guitarra y él cantaba. Según oídas, cuando en Jabalí venían los circos, por aquellos inviernos miserables, salía a cantar y no le pagaban nada, a pesar de que era un artista más de las compañías, con la condición de pasar el platillo cuando terminaba su actuación.
Las canciones que cantaba, el mismo las componía y decían así… acompañando las letras a la miseria que reinaba entonces.
Público noble y castizo
Préstame la caridad
Público noble y castizo
Como el comer es preciso
Ya que no comemos pan
Dame tortas de panizo

Aunque me llamen a voces
Al cementerio no voy
Aunque me llamen a voces
Porque hay un panadero
Que hasta muerto me conoce
Y sabe el pan que le debo.

Perico hizo de todos los oficios habidos y por haber y Trini servia en casa de la Tia Monica, la cual la quería mucho.
Por aquellos años fue una moza muy hermosa y agraciada, su cutis como las rosas, su andar altanero, sus ojos de almendra y pechos voluminos, emanaba toda ella hermosura.
Perico le cantaba estas coplillas…
Me tiene paralizao
El árbol del paraíso
Me tiene paralizao
Vengo a pedirte el permiso
Para ponerme a tu lao
Si no tienes compromiso.
Trini lo aceptó por buen muchacho bueno y muy trabajador. Una noche robó a la Trini antes de irse ella a acostar a la casa de la Tia Mónica, en vez a alli, se acostaría con Perico para toda la vida. Tuvieron ocho hermosos hijos, Maruja, Gines, Juan, Herminia, Antonio, Conchita, Trini e Isabel. Los he visto casi nacer a todos ya que han vivido enfrente de mi puerta del patio, han sido todos maravillosos, muy honrados y trabajadores, algunos muy rubios y ojos azules, más bien de parecer del Puerto, parecían extranjeros, sobre todo cuando eran crios, auténticos nórdicos, llamaban la atención aquellos niños que tantas veces vi pasar y acaricie con ternura.
Pasaron los años y todos crecieron haciéndose unos adultos respetables y educados. Todos trabajaban y están felizmente casados y han procreado nuevos seres para que siga la estirpe, entre tanto Perico y Trini, han envejecido juntos y siguen en la lucha por la vida, aunque están retirados, no paran ni un momento, siguen siendo vigorosos y buscavidas.
Cuando Perico pescaba, para ayudarse a vivir un poco mejor y dar de comer a toda su prole, se puso a vender globos en fiestas y los veranos por el paseo y fue de ahí donde le vino lo de Perico “El Globito” y lo que hace falta es que se lo sigamos diciendo muchos años y con el mismo afecto que hasta ahora.
Un saludo muy afectuoso desde este periódico para esta buena familia. Concha.

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