jueves, 30 de abril de 2009

Las visitas de la Virgen


Las visitas de la Virgen

Concha Sánchez Lorente
Lo peor que puede ocurrirle a los pueblos es perder las costumbres, las tradiciones y en una palabra, las cosas populares… por suerte se están volviendo a recuperar poco a poco.
Finalizando el mes de mayo, un poco lluvioso por cierto, han terminado a su vez las visitas a las casas de la Santísima Virgen del Rosario, como se hacia en aquellos tiempos maravillosos ¡es una gozada volver o obtener estos eventos tan hermosos y a la vez cristianos, por lo menos, aunque sea poca, que nos quede algo de fe… como el dicho antiguo ¡la fe mueve montañas!
Aquella hora casi del crepúsculo me invitó mi amiga Conchi Vera a la salida de misa de difunto, a acompañar a la Virgen, estaba descansando en casa de Rosario de Isidro “El Gallo” subíamos por el costero de Repistón más o menos, algunas mujeres con el típico cansancio de la edad y los achaques que cada vez incordian más y más. Rosario, mujer dispuesta donde las haya nos recibió con los brazos abiertos, con su casa de par en par, donde la limpieza resaltaba por todos los rincones de su antiguo hogar. La Virgen estaba cubierta de flores preciosas y entre tanto nuestro joven sacerdote rezaba el rosario, nosotras lo seguíamos atentamente hasta que llegó el momento de sacarla en procesión hasta la casa de Lali Subiela, después, a otro día, llegaría a casa de Conchi Vera y por ultimo en casa de nuestro amigo Paquico Rampi. Fue bonito al pasar el cortejo procesional por el jardín de la ermita de San Antón, antiguo cementerio hace ya muchísimos años, para mi es un lugar sagrado, sabemos que ahi reposaron nuestros difuntos, siendo trasladados al cementerio actual, San Felipe, que le pusieron ese nombre porque el primer muerto que lo estrenó se llamaba Felipe. A esos santos lugares le tengo un gran respeto. Pensé llevar la Virgen con las demás a su punto de destino y cuando caminábamos entre lo verde de los árboles de primavera pensé en mi querido hijo Nica ¡Cuánto le gustaba los acontecimientos de la iglesia! Seguro que si nos ven nuestros amados difuntos, estaría contento con el sagrado traslado de la pequeña y bonita Virgen, el lo vivía todo lo relacionado con la iglesia.
Así que le llegó su turno a Conchi Vera, esta mujer primorosa y buena persona. Estos bellísimos altares, a cual mejor, sin atrasar ninguno, arreglados con sumo gusto, esos hermosísimos encajes de bolillo y calados de bainica, haciendo bonitas filigranas con un blancor inmaculado, alegrando la vista, en aquellos tiempos habían tantas mujeres primorosas, la misión suya era toda su juventud bordando tras los cristales, cubiertos de visillos de encaje, por supuesto que eran tiempos diferentes, ahora las mujeres trabajan todas fuera de sus hogares, son dinámicas, independientes, modernas y a la vez ayudan con su sueldo a seguir viviendo más holgadamente, pero no dejaremos de reconocer que cada época tiene un merecido valor y entonces ¡si que lo tenían! Todo el mes de mayo la Virgen como en lejanos tiempos ha sido trasportada de un lado para otro ¡estará contenta desde el Cielo por haber vuelto a recuperar lo perdido!
Todas estas cosas hacen a los pueblos y es penoso cuando se pierden ¡por favor! No nos sintamos ridículos si acompañamos alguna vez a uno de estos actos, ni mucho menos, hay que dejarse llevar por lo que el pensamiento te dicte en esos momentos y serás feliz.
Nuestro amigo Paco Rampi, despidió o cerró este acontecimiento, desde su bonita casa, con bastante gente por cierto, dimos la despedida a la no menos bonita Virgen del Rosario en su improvisado altar que le hicieron en la iglesia
Venir y vamos todos
Con flores a porfía
Con flores a Maria
Que madre nuestra es
Don Justo, no cesaba de entonar bonitas canciones, siguiéndole los demás por casas, calles y plazas, así, que hasta el próximo año.
Vamos a intentar recuperar todo lo perdido por que un pueblo sin costumbres ni tradiciones ¡no es un pueblo!

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